¿Acaso nunca te tocó pagar 20 euros por imprimir el pasaje de avión, perder un vuelo o elegir un alojamiento de terror?

Los viajes siempre son un aprendizaje, y no sólo para nuestras vidas, sino también para futuras aventuras. ¿O acaso no has caído en al menos uno de los errores viajeros que te mostramos a continuación?  

1. No leer la letra chica de las low cost

Todas las aerolíneas de bajo costo tienen condiciones diferentes y no cumplirlas siempre acarrea costos altísimos que no teníamos contemplados. Por eso, conviene leer todo el documento que te llega al mail, para saber que, por ejemplo, te cobrarán por imprimir tu pasaje, que tendrás que pagar por llevar dos bolsos de mano y que cada kilo extra cuesta mucha plata.

Siempre lee (y muy bien)

2. No considerar los horarios de taco

¿Te imaginas tomar un taxi para irte al aeropuerto y encontrarte con un atochamiento inesperado que te hará perder el avión? Siempre pregúntale a la gente local cuánto tiempo necesitas para llegar a tu destino y a eso agrégale unos 20 minutos extra, por si acaso. ¡Es mejor esperar un rato más en el aeropuerto que perder un pasaje!

3. Llevar más cosas de las necesarias en el equipaje

No aprendemos. Cada vez que hacemos la maleta o la mochila, metemos ese objeto que “podría servirnos”, pero que termina metido en un rincón durante todo el viaje cumpliendo una sola función: ocupar espacio. Así que, cada vez que armes el equipaje, trata de recordar cuál fue el invitado de piedra de tu último viaje y déjalo donde lo encontraste.

Lleva sólo lo justo y necesario

4. Guiarse por los precios del alojamiento y no por los comentarios

Te metes a un buscador de hoteles y hostales, encuentras una opción barata con fotos que se ven bastante buenas, y reservas, así, sin más. El problema es que al llegar te das cuenta de que te mintieron, porque el lugar resulta ser una pocilga. Moraleja: siempre mira los comentarios de otros viajeros (y hazlo en webs diferentes), para que al llegar no te encuentres con sorpresas inesperadas.

5. Comprar los regalos al principio

“Uy, esto le encantaría a la Rosita. Lo voy a comprar inmediatamente para no tener que estar buscándole algo después”. Pensamientos así son los que harán que tengas que cargar con una maleta o una mochila de mil kilos durante el resto de tu viaje. ¡Mejor trata de postergar esa tarea lo más posible!

¡Deja los regalos para después y disfruta tu viaje!

6. No comprarte lo que te gustó

No digas que no te ha pasado (sobre todo si eres mujer): ves algo que te encanta pero lo encuentras muy caro o piensas que realmente no lo necesitas. Entonces decides no comprarlo, pero “aquello” te dará vueltas durante todo el viaje y, peor aún, también cuando estés de regreso. Por eso, cada vez que estés frente a algo que te vuelva loco, recuerda la última vez que lo dejaste pasar y cómpralo.

7. Ahorrar demasiado al principio del viaje

Andar con miedo de que se te acabe la plata y optar por ajustarte el cinturón en exceso es algo que siempre te va a pasar, sobre todo cuando el viaje está empezando. Así, por ahorrar mucho los primeros días o semanas, probablemente al final de tu recorrido te des cuenta de que te queda mucho más dinero del que esperabas. Por eso, siempre es mejor contar con un presupuesto diario. Si un día te pasas, al otro te moderas. ¡Simple!