6 motivos para viajar por tu cuenta y no con un tour


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Súbete del bus. Bájate del bus. Come en ese restaurante. Compra en esa tienda. ¿Acaso es eso lo que quieres para tus próximas vacaciones?

 

Es inevitable sentir un poco de miedo frente al primer viaje. La duda de si podrás comunicarte en ese idioma desconocido y la necesidad de sentirte seguro son algunas de las razones que podrían llevarte a optar por uno de esos tours que generalmente incluyen los hoteles, los traslados, las visitas y las entradas a cada lugar.

¿Que si suenan bien? Claro que sí. Sin embargo, estos tours deben recorrer la máxima cantidad de lugares en tiempo récord. Así, ¿cómo podrías decir que conociste París si solamente te bajaste del bus en la torre Eiffel y luego te subiste de nuevo para seguir rumbo al siguiente destino?

Grupo de turistas en Finlandia

¿Para qué correr si se puede disfrutar con calma?

¡Viajar por cuenta propia es mucho más entretenido, libre y barato que caminar en filita detrás de un guía que te indica todo lo que tienes que hacer! Pero, si aún no te convences de viajar solo, en Faro Travel hicimos una lista con las ventajas de armar tu propio viaje versus hacerlo con un tour.

1. Te levantas a la hora que quieras.

Los tours son muy estrictos con sus horarios y generalmente debes estar listo a las 8AM para alcanzar a cumplir con todo el itinerario del día… ¡ni pensar en salir la noche anterior! En cambio, cuando vas por tu cuenta puedes dormir hasta la hora que quieras, levantarte cuando estés completamente descansado, disfrutar de tu desayuno sin apuros y, una vez que estés listo, salir a recorrer.

2. Vas a tu propio ritmo

Los tours no dejan nada al azar. Desde que sales del hotel, todo debe ajustarse a un rígido itinerario, pues, como ya dijimos, pretenden recorrer mucho en muy poco tiempo. Si decides ir solo, podrás quedarte toda la tarde en un museo que te gustó, parar a comer algo cuando quieras y disfrutar de pequeños momentos increíbles, como dormir una siesta en un parque.

Mujer con un mapa

Nada mejor que decidir por ti mismo qué quieres hacer.

3. Descubres rincones que no están llenos de turistas.

Los tours asumen que es tu primera vez en el lugar, por lo que te darán una pincelada muy general de cada destino. Cuando vas por tu cuenta puedes tomar un mapa y salir a caminar, encontrándote con lugares increíbles que tal vez no estén en las guías turísticas tradicionales.

4. Puedes interactuar con la gente local.

Durante un tour, el único contacto con las personas que viven en el lugar será con el chofer del bus, el guía y la persona que te sirvió el café durante el desayuno. Si optas por ir solo, verás que será inevitable compartir con la gente local y entablar conversaciones más profundas. ¡Cuántas amistades han surgido de viajes así!

Amigos tomando café turco

No hay nada mejor que compartir con la gente local

5. Nadie te obliga a hacer algo que no quieres hacer.

Los tours no tienen ninguna parada al azar; en muchas ocasiones los guías incluso reciben un pago por llevar a las personas a ciertas tiendas o restaurantes. Si desechas la opción de viajar de esta manera, podrás decidir por ti mismo todo lo que quieras hacer (y desechar lo que no quieras hacer).

6. Controlas tu presupuesto.

Sin duda siempre encontrarás una opción más barata o mejor que la que te proponen los tours. Si viajas solo, tú elegirás si dormir en un hotel de lujo, arrendar un departamento, hospedarte en un B&B o en la casa de alguien con Couchsurfing. Lo mismo ocurre con la comida, pues podrás optar entre un restaurante o un pan de un carrito callejero. Incluso, podrás aprovechar los free tours disponibles en muchas ciudades.

Tarro con monedas

¡Nadie te dirá cómo gastar tu presupuesto!

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