5 razones para darle otra oportunidad a Roma
Desde el primer minuto en Roma me quise ir de ahí. Ahora, mirándolo en perspectiva, creo que debería volver y darle una nueva oportunidad. Acá cinco potentes razones.
Llegué a Roma con las expectativas demasiado altas. Pero se me fueron a piso apenas puse un pie en el aeropuerto de la ciudad. Con Felipe estábamos perdidos, no sabíamos cómo llegar al hotel y, cuando pedíamos ayuda en inglés, la gente se hacía la loca y no nos respondía.
La cosa se puso peor durante la tarde. Teníamos pensado hacer un free tour que partía en la Piazza di Spagna pero, caminando hacia allá, nos vimos envueltos en algo así como la marcha de todas las marchas. Las calles del centro estaban rodeadas por los Carabinieri, que no nos dejaban salir de la zona. La cosa se veía pacífica hasta que comenzaron a lanzar los primeros petardos y llegó el caos. Un inmigrante perdió una mano frente a mí y mi disposición de ahí en adelante fue “me quiero ir de acá. Odio Roma”.
De vuelta en Chile, conversando con amigos, no lograba entender por qué a ellos les gustó tanto la ciudad. Ahora, mirándolo en perspectiva, creo que debería volver y darle una nueva oportunidad. ¿Por qué?
1. Para sacarles más fotos a los Carabinieri
Antes de que la protesta se fuera a pique, me encontré con esta imagen frente a mí. ¡Cuando me vieron levantar la cámara incluso posaron para la foto!
2. Para pedir un deseo en la Fontana di Trevi
Fue pura suerte. Llegamos a una hora tan precisa, que casi no había más personas sacándose fotos en ella. Pero la emoción no me jugó en contra una, sino dos veces: tiré dos monedas y en ambas ocasiones olvidé pedir un deseo.
3. Para volver a tener taquicardia frente al Coliseo
La estación se llamaba “Coliseo”, pero jamás imaginé que éste estuviera encima. Salir del metro y encontrarme con este gigante me paró los pelos y me dejó con el corazón en la boca. Estoy segura de que si vuelvo me pasará de nuevo.
4. Para llegar al Tíber al atardecer y ver cómo se van prendiendo las luces
Le saqué el flash a la cámara y me encontré con una linda foto de la noche cayendo sobre Roma. Si no hubiese sido porque salí desabrigada y estaba muriendo de frío, me habría quedado horas ahí sentada.
5. Para volver al Trastévere a comer pizza de pepperoni
Nos habían dicho que la Pizzería Ai Marmi era una de las mejores de Roma y la fila que había para entrar lo evidenciaba. El problema fue cuando confundimos la pizza de pepperoni (salame) con la de peperoni (pimiento)… y nos quedamos con las ganas de comer la de salame.