10 razones para invertir los ahorros en un viaje
No es una decisión fácil y lo tenemos claro. Escoger entre lo que la gente llama “sentar cabeza” y dejar todo lo que tienes para vivir una experiencia alrededor del mundo, puede tomarte meses. Por eso, acá te damos una mano.
¿Un auto o un viaje? Si esta es la pregunta que hace tiempo anda rondando por tu cabeza, nosotros te ayudaremos a tomar la decisión. En Faro Travel estamos seguros de que recorrer el mundo te hace muchísimo más feliz que cualquier cosa material, pues lo hemos visto en cada persona que nos hemos cruzado en nuestro camino.
Te invitamos a darle una mirada a las 10 razones para convertir los ahorros en un viaje. Al final nos cuentas si logramos que te picara el bichito.
1. Eliminarás el estrés
Ni los tacos ni la hora punta del metro pueden hacerte enojar cuando estás en otro lugar, pues ves las cosas desde otra perspectiva. No tienes apuro por llegar a ninguna parte e incluso disfrutas el hecho de poder vivir la ciudad como un local más. Por otro lado, tú manejas tus tiempos; si un día decides quedarte durmiendo siesta, perfecto, y si quieres despertarte temprano para aprovechar el día, mejor aún. Nadie te dirá qué hacer.
2. Aprenderás a valorar lo que ya no tienes
Cuando escuches a una persona decir que nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, debes creerle. Nada en el mundo se comparará con las comodidades de tu casa, sobre todo cuando de WC, ducha, colchón y almohada se trata. Si bien a veces esto te hará falta enormemente, la mayoría del tiempo te darás cuenta de que sacrificarlos vale la pena a cambio de todo lo que ganas viajando. Pero asumámoslo, no hay nada mejor que esa primera noche de regreso en casa.
3. Guardarás recuerdos para toda la vida
Los autos se devalúan y a las casas hay que hacerles reparaciones de vez en cuando. Los viajes, en cambio, te dejan experiencias de por vida, que van adquiriendo aún más valor con el paso de los años. Las amistades ganadas, las aventuras vividas, los nuevos sabores y olores descubiertos, y cada una de las sorpresas que vayan apareciendo en tu camino son cosas que quedarán grabadas para siempre.
4. Criarás hijos tolerantes
Si es que quieres tenerlos, claro, pues hay quienes prefieren dedicar su vida entera a los viajes, una opción totalmente válida. Pero si no eres de esos, verás cómo la crianza de tus hijos se hará más fácil al enseñarles el valor de la tolerancia, algo que fácilmente aprenderás viajando.
5. Aprenderás idiomas
¿Haz calculado cuánto podría costar un curso de idiomas? Los viajes te permitirán agudizar el oído y estar atento a todo lo que escuchas. Si tu intención es recorrer cada lugar a paso lento, tu aprendizaje será mejor aún. Sobre todo si optas por quedarte en casas de gente local, lo cual te obligará a aprender su idioma y convertirte en uno más de ellos.
6. Te llegarán mejores ofertas laborales a la vuelta
Hace tiempo que eso de permanecer varios años en un mismo trabajo dejó de ser lo que buscan las empresas. El hecho de haber pasado varios meses o años viajando hará que te vean como una persona independiente, autosuficiente, abierta a cosas nuevas y capaz de proponer soluciones ante las crisis. ¡Que este deje de ser un impedimento para tomar la decisión de irte a viajar!
7. Te atreverás a hacer cosas que normalmente no harías
“¿Cuándo voy a tener la oportunidad de hacer esto nuevamente?” será una de las frases que más rondará por tu cabeza durante el viaje. Con el tiempo dejarás de pensar tanto en las consecuencias y comenzarás a optar por lo que realmente te haga feliz. Tírate en bungee, aloja en la casa de un desconocido, sácate la ropa en una playa nudista, aprende a surfear, bucea con especies salvajes y pásalo bien. En conclusión, vive cada experiencia al máximo.
8. Gastarás menos que viviendo en tu casa
Aún hay algunos que no lo creen, pero está más que comprobado que viajando se gasta mucho menos que permaneciendo en un lugar fijo. No se trata de morirte de hambre ni de hospedarte en pocilgas, pero verás cómo aprenderás a manejar tus finanzas a la perfección. No pagarás arriendo, dividendo y/o gastos comunes, dejarás de pagar cuentas y poco a poco te irás dando cuenta de que puedes arreglártelas –y ser feliz– con muy pocas cosas.
9. Si te cansas de un lugar, te vas
No hay nada que te obligue a permanecer en un lugar que no te guste. Al fin y al cabo, te fuiste a viajar para escapar de la rutina y las cosas que no te agradan. Y, por el contrario, si te enamoraste de algún sitio en particular, puedes quedarte en él el tiempo que quieras. Eso sólo lo decides tú.
10. Será el impulso para seguir viajando
Los viajes son como una cadena infinita en la que cada experiencia va generando una nueva. Es difícil quedarse quieto después de haber pasado meses o años recorriendo el mundo, así que prepárate para estar en constante movimiento. Es muy probable que después de ese gran viaje vuelvas, trabajes un tiempo, ahorres algo de dinero y te lances nuevamente a otra aventura. No digas que no te lo advertimos.