La guía multifacética de Sydney (parte 2)
En Sydney nada supera un día de playa y mar. En esta ciudad todo gira en torno al agua y el atractivo turístico de la costa es liderado principalmente por el surf, uno de los deportes más populares a nivel nacional, porque es practicado por todos, en cualquier lugar y a toda hora.
Cultura clásica de playa y surf
Sol, arena y surf son la cultura de moda en Sydney, porque todos pasan el mayor tiempo posible en la playa. El sector de las mejores costas está en los suburbios del este y permanecen al alcance de todos; a nadie jamás se le ha ocurrido adquirir el mal hábito de privatizar algunos de estos sectores (como pasa en Europa).
Las playas que Sydney tiene para surfear son imbatibles. La famosa escena de surf urbano es liderada por la popular ola de Bondi –que generalmente está un poco sobrepoblada–, pero también se pueden encontrar otras sorprendentes derechas (lado por el cual corre la ola) en los barrios de los alrededores, como Tamarama y Maroubra.
Uno de los abiertos de surf más importantes del mundo se realiza todos los años en Manly, que está expuesto directamente a las olas del sur del océano Pacífico y consta de una extensa playa de arena dorada que acoge a expertos y principiantes.
Si quieres seguir conociendo hay que ir un poco más al sur de la ciudad y descubrir las playas de Cronulla (para surfistas experimentados), o si no llegar hasta la costa norte para disfrutar en las playas del norte, como Palm Beach o Avalon, con el fin de tener más espacio para moverse dentro del mar.
Es asombroso ver cómo llegan aficionados de todas las edades y niveles; profesionales en busca de los tubos perfectos e incluso amateurs que han elegido el surf como el deporte que los acompañará por el resto de sus vidas.
El estilo playero aussie se define especialmente por la diversión y la vida sana. Todos se levantan temprano para ir a surfear, trotar, hacer yoga, etcétera; luego compran un buen café y parten al trabajo en transporte público o en bicicleta. Se termina la jornada entre las tres y las cinco de la tarde, dejando tiempo suficiente para otra actividad antes de que se ponga el sol. Es sencillamente una civilización que busca gozar de una vida simple y saludable, preparada para convivir como una sociedad armoniosa que además respeta a la naturaleza.
Otras actividades interesantes que se disfrutan en las orillas de la costa son el snorkel, la natación y el buceo (existen variados centros que ofrecen buenos servicios para conocer el fondo marino). También están las piscinas de mar para poder divertirse en familia y el avistamiento de vida salvaje; en los alrededores siempre hay ballenas, delfines, infinitos peces, cangrejos y moluscos. Y de los tiburones no hay para qué preocuparse, porque todo el litoral consta de buena seguridad.
Para la comodidad de todos, cada playa tiene un baño público (siempre limpio) con duchas y parrillas. Sí, uno puede parrillar y tomar cerveza a la luz del día en los parques que rodean la costa. Si bien las leyes australianas son bastante estrictas, a la vez son permisivas porque la gente sabe cómo comportarse, respetando la limpieza y el orden de estos espacios.
Sin duda, el mar y el sol le han entregado algo más que puro relajo y pieles bronceadas a los habitantes de la zona. La manera de vivir es un lujo, la seguridad es un descanso y el respeto por los otros es su ley de vida. Las posibilidades para ser felices, aquí son incontables.