Java es la isla más poblada de la tierra, con 140 millones de habitantes. Es conocida por su variedad de paisajes entre los que se encuentran playas vírgenes, olas perfectas para el surf, mega ciudades como Jakarta y Yogyakarta, volcanes activos, selvas tropicales, campos de arroz y templos dignos de postal. En poco tiempo comenzaré un nuevo viaje, el que incluye conocer esta famosa isla, en mi tercer intento por llegar hasta ella. Veremos qué pasa.

La primera vez que estuve en Indonesia sólo fui dos semanas, por lo que Java no entraba en mi itinerario. La segunda vez me quedé casi tres meses y no pude ir, porque, a pesar de tener muchas ganas de conocerla, había un volcán en erupción y casi no se podía ver por las cenizas que había en el aire. Ahora voy por tercera vez a mi país favorito y, como dice el dicho, la tercera es la vencida, así que esta vez no se me escapará la posibilidad de conocer esta enigmática isla.

Yogyakarta

Pero, ¿por qué tantas ganas de conocer Java? He escuchado maravillas sobre ella y, como me ha costado tanto llegar, se convirtió en un sueño por cumplir, entonces me la paso mirando fotos en Google. Además, los grupos de viajeros de los que formo parte muestran increíbles fotos que otra gente ha sacado a los volcanes y templos. Tendré que averiguar si es factible recorrer la isla en moto, como lo hice en otras partes de Indonesia, o si no buscar la forma de conocerla, pero no con un tour de esos pagados que tienen todo planificado y con horarios, sino que libremente, dándole el tiempo necesario a cada atracción y teniendo la posibilidad de involucrarme con la cultura local y su gente.

Templos y volcanes

Idealmente me gustaría poder conocer Yogyakarta para ver cómo funciona una mega ciudad en Indonesia, que además es conocida como un centro cultural y artístico. Desde allí es se parte el viaje para visitar el templo Borobudur, el monumento budista más grande del mundo, Patrimonio de la Humanidad y considerado una de las siete maravillas del mundo; ya sólo con saber estos datos podemos estar seguros de que vale la pena visitarlo. Es una estupa con plataformas cuadradas y circulares, lo que le da un aspecto muy llamativo, y es uno de los principales centros de peregrinaje budista. Dentro de este mismo recorrido está la visita a Prambanan, un conjunto de más de 200 templos inspirados en la mitología hindú y que también es reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Templo de Borobudur

Otra de las razones por las quiero ir a Java es para ver el Kawah Ijen, un volcán con un cráter de 1 kilómetro de ancho color turquesa, desde donde salen gases sulfurosos de este mismo color, un verdadero espectáculo, sobre todo en la noche. Yo, al igual que ustedes, me pregunté cómo es que ocurre este fenómeno, así es que aquí les dejo una explicación que encontré en el sitio web Radiotica: “Los gases emergen desde las grietas del volcán a gran presión y temperatura (hasta 600ºC), y cuando entran en contacto con el aire se inflaman y generan llamas de hasta 4.9 metros de alto. Algunos gases se condensan en azufre líquido y continúa ardiendo a medida que fluye por las laderas, dando la sensación de que hay lava azul fluyendo”, ¿qué tal? Además, los mineros que trabajan en el volcán extraen azufre, realizando una peligrosa labor para lograr este cometido.

Por último pretendo visitar el famoso Bromo, un volcán activo de más de dos mil metros de altura, que atrae a miles de turistas cada día por sus vistas y paisajes espectaculares, ideales para instalarse a ver el amanecer. Además, al estar activo tiene una constante columna de humo blanco que hace más llamativa la escena.

A juzgar por las fotos que he visto, no hace falta ser fotógrafo profesional para captar la hermosura que ofrece este volcán o cualquier otra atracción de Java. A mí me parece que después de todo esto que he contado aquí, ir a Java ya no es sólo mi sueño por cumplir. ¡Veamos quién más se anima a realizar esta aventura!

Volcán Kawah Ijen